...Y yo la miro y se inclina para besarme en la boca. Es como en la tele. Tengo ganas de casarme con Camille, sólo que en las películas las personas que se quieren son siempre muy viejas.
-¿Crees que está mal?-pregunto.
-¿El qué?
-Besarse en la boca, ¿crees que está mal?
-No lo sé-responde Camille.
-¿En qué piensas?-pregunto.
-En nada-dice Camille en mis labios, y saca la lengua y yo abro mucho la boca y no sé qué hacer.
-Has de sacar la lengua y jugar con la mía, como si quisieras atraparla.
Y juego con su lengua y me siento muy raro y tengo mucho calor.
-¿Tú no tienes calor?-le pregunto.
Y nos reímos sin saber por qué.
Ya no veo el cielo, sólo su cara encima de la mía y su boca que ríe, y le hago cosquillas y ella también y reímos aún más fuerte y rodamos por la hierba y nunca he sido tan feliz, ni siquiera cuando mamá me hacía puré.